EN CERRO LARGO TAMBIEN, TODOS HACIA ADELANTE

En la diferencia o en el acuerdo, encontremos un espacio para pensarnos y hacernos, que nos permita re descubrir el sentido nacional, lo que nos une. Revisando continuamente el legado de nuestros antepasados más luminosos, podremos encontrar los cimientos, las bases de un proyecto colectivo construido en colectivo.
Envíanos tus comentarios a email: rosendo@adinet.com.uy

"Ciudadanos: la energía es el recurso de las almas grandes. Ella nos ha hecho hijos de la victoria, y plantado para siempre el laurel en nuestro suelo" José G. Artigas, abril 1813.

Pienso... y... si puedo decir lo que pienso... recién ahí "luego existo" (adaptado de Descartes).

martes, 27 de noviembre de 2012

La Educación Pública también necesita de los Padres

Durante todo el año 2012, integramos el Consejo de Participación Estudiantil del Liceo Departamental de Cerro Largo, Juana de Ibarbourou.   Un mega centro educativo, el mayor y más antiguo de los cuatro que operan en la Ciudad de Melo, con 3000 alumnos y cuatro turnos.   Este espacio de Participación está propiciado por la Ley de Educación, y busca que los Liceos tengan masa crítica adicional de padres, integrantes de la comunidad, estudiantes y docente.     Se conforman democráticamente, y son cargos honorarios.  
Según se nos ha informado, el Consejo conformado en este Liceo, a donde fueron mis padres, fui yo, y ahora van mis hijos, es uno de los que ha funcionado mejor en todo el País, veamos cuales fueron las bases de “nuestro éxito”
En primer paso, estudiamos la Ley y su reglamentación, definiendo claramente qué roles deberíamos cumplir.   Una vez entendida la Ley, procedimos a conformar una visión y una misión de nuestro Consejo, estableciendo un Plan de Trabajo tentativo para el presente año.
Acordamos una Visión: Contribuir al Desarrollo de esta Casa de Estudio, en lo que respecta a su Proyecto Educativo, enriqueciendo la Masa Crítica, articulando con los intereses de la Comunidad que le dan origen y fundamento, y facilitando la formación de nuevas generaciones comprometidas con su Territorio y el País.
Acordamos una Misión: Propender a la obtención de recursos materiales complementarios a los presupuestales, favoreciendo un buen clima en el desarrollo de la actividad académica, colaborando proactivamente con el Equipo de Dirección del Liceo en los aspectos que éste requiera.
Definimos que nos reuniríamos todos los viernes a las 20 hs, y lo hicimos.  La Ley definía por lo menos 3 reuniones al año, y  nosotros hicimos más de 40.  Actas, ordenes del día, hora de inicio y hora de final, fueron algunas de las reglas acordadas por una secretaría ejecutiva que llevé adelante.
Nuestro compromiso y trabajo en equipo, se plasmó en algunas realizaciones concretas.   Viabilizamos las TEAP, Tutorías Estudiantiles de Acompañamiento a Programa.  Una experiencia inédita e innovadora, de clases dictadas por estudiantes aventajados en Matemática, Dibujo e Inglés, los que compartieron sus saberes con sus pares durante varios meses.  Las mismas fueron autorizadas por la Dirección y los Padres de los hijos involucrados. Definimos que deberían siempre ser de repaso, esto es no adelantarse al programa y que deberían estar acordadas con los referentes docentes en las materias respectivas.  Además de mejorar la performance académica del grupo, se trabajaron valores como la solidaridad, el buen compañerismo, el trabajo en equipo.  
Por otro lado, se logró que los estudiantes, antes de liberar el salón por clases libres, limpiaran su lugar de estudio para dejarlo en condiciones decorosas a los grupos siguientes.   Se apoyó cada uno de los planteos estudiantiles, tratando de articular los mismos con dirección y los docentes.
Se canalizaron solicitudes al Consejo Directivo Central de la ANEP, conjuntamente con la Dirección, sin mucho éxito.  Se realizaron algunas solicitudes de donaciones a entes como Antel, solicitando fondos para un timbre electrónico, una central telefónica, mobiliario para cantina y wifi libre en el edificio; lamentablemente ninguna de estas solicitudes tuvieron respuesta positiva por parte del Ente, experiencia bastante frustrante para los que con esfuerzo detectamos e imaginamos las soluciones.
También realizamos gestiones ante la Intendencia, vinculadas a la confección de una rampa para discapacitados en la vereda, sumado a un arreglo del patio del Liceo, de las que no tuvimos respuesta.
Culminamos el año, entregando más de 200 certificados a los estudiantes más voluntariosos y a los de mejor rendimiento académico.   Un lindo trabajo donde los adscriptos colaboraron identificando nombres, rendimientos y propiciando un sistema de elección entre estudiantes de los compañeros más voluntariosos.   También fueron reconocidos los estudiantes de mejor performance deportiva y  los tutores.  Se hizo un especial reconocimiento a una alumna que recorría 12 km en bicicleta diariamente para llegar al Liceo, verdadero ejemplo y testimonio de sacrificio y entrega.
Queda claro que la enseñanza pública tiene grandes carencias de visión, misión y gestión, no obstante eso, solo se puede ser crítico, si nos involucramos fuertemente en intentar solucionar las problemas.   Lamentablemente, desde lo local, con el fuerte centralismo existente, marcado por  una burocracia irracional, es muy difícil cambiar algunas realidades.  Nuestro intento, plasmado en esmerado aporte, nos hace sentir bien al cumplir con nuestras obligaciones, dando sentido al reclamo de nuestros derechos y la legitimidad de nuestros planteos.
Se necesitan más padres comprometidos con la educación de sus hijos  y con los centros de estudio, pero al mismo tiempo, es imprescindible descentralizar recursos, darle autonomía a los centros, y potestades a las estructuras jerárquicas locales, para que hagan cumplir los reglamentos sin presiones, desarrollando un Proyecto Educativo adaptado a la realidad de cada Liceo, promoviendo la autocrítica y el compromiso.

martes, 6 de noviembre de 2012

Política con Mayúscula, Gobernar para la Libertad



La política es una de las actividades más antiguas de la humanidad. Desde que el hombre comenzó a vivir sedentariamente y dejó de ser nómade, la convivencia de grupos humanos compartiendo un territorio generó la necesidad de desarrollar estrategias de convivencia y resolución de conflictos. La historia habla de una revolución neolítica al respecto. Posteriormente, pero ya 500 años antes de Cristo, Aristóteles hablaba del ser humano como un ser político y los griegos definían la política como lo relativo al ordenamiento de las ciudades.

Hay quienes conciben a la actividad política como el ejercicio del poder, focalizando el poder como un fin, y otra concepción de la actividad política más focalizada en lo ético, concibiendo el poder como un medio. A diario vemos conciudadanos que aspiran al poder, sin saber bien que hacer con él, y una vez que lo adquieren comienzan a improvisar o lo que es peor a actuar en función de aquello que les permita perpetuarse en él. Una vez que lo obtienen se olvidan mágicamente de los que se lo dieron y se embriagan en él, disfrutando de un ejercicio estéril de supremacía, que resuelva, en muchos casos, problemas personales de autoestima e intolerancia.

En lo personal, estoy convencido que el poder es un medio y lo que es un fin es el bienestar de la gente que te otorgó ese “poder” en calidad de préstamo, en especial de aquellos sectores más sumergidos en su nivel cultural, social y económico (en ese orden). Pero el bienestar de la gente, se logra haciendo al hombre más libre en el sentido pleno de la palabra. Muchas de las políticas sociales no son inversión para la libertad, es gasto para la “esclavitud”, para que reproduzcan dependencia, haciéndolos cautivos del poder que “les da”.

Gobernar para la libertad, es hacer que la gente reciba una educación libre, crítica, plural y de calidad, independiente de la ideología de turno que esté en el poder. Gobernar para la libertad, es contar la historia que nos favorece y la que nos perjudica… y lo más importante aprender de ella con autocrítica. Gobernar para la libertad, es atender las minorías, incluso “las conservadoras”, la clase media, al que trabaja, al que tiene más de 2 hijos… y menos de 5, al que reproduce una matriz social rica, diversa, de buenos ciudadanos, al que piensa diferente a nosotros. Es hacer y exigir que cada quién se haga cargo de los roles que asumió y predicar con el ejemplo, por sobre todo predicar con el ejemplo...

Para ser coherente no basta con vivir en una chacra de forma austera, por que si reproducimos ese modelo de “coherencia” austera, nuestra economía y demografía colapsaría en pocos meses. Ser coherente es asumir que atentar contra un sistema democrático con armas está mal, que hacer participar a una sociedad entera de una guerra fría ajena no era necesario, que la calidad de la democracia se construye a diario y que parte del bienestar de la gente tiene un componente económico que el País lo ha logrado aplicando una economía “ortodoxa” de corte liberal y capitalista. Ser coherente es asumir que es tan importante decir que en Cuba no hay democracia, como que las “burbujas financieras del mundo rico” no son camino a seguir. Ser coherente es atacar los problemas por sus causas y no por sus consecuencias.
Gobernar para la libertad, es escuchar permanentemente a los conciudadanos, pero no para “hacer que los escucho” y legitimar cualquier barbaridad desde las mayorías parlamentarias. Artigas nos dejó un legado en su frase “mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”. Recordemos los temas que quedaron laudados por voto directo en varias elecciones y que un parlamento circunstancial cambió la voluntad de la gente. Los romanos les recordaban a sus monarcas “recuerda que debes morir” intentando darles la cuota de humildad indispensable para que no se “marearan con los aplausos”.

Las contradicciones son humanas… pero tienen un límite y cuando se colectivizan y se pretenden maquillar para disimular unidades irresponsables, nosotros los ciudadanos comunes nos damos cuenta. Si bien la educación ha caído muy bajo, y la hemos soportado muchas generaciones, no deben subestimar la inteligencia y el sentido común de la gente, por que todavía nos queda dignidad y cierto grado de libertad para definir nuestro destino y el perfil de los gobernantes que queremos. No es solamente dignidad arriba y regocijo abajo, es dignidad y regocijo en ambos lados, y en las democracias dirigidas por gente honesta, lo de arriba y abajo es relativo…

El País de las etiquetas… veamos que hay adentro del paquete?
Existen profusos estudios donde se clasifican las ideologías políticas. Nos parece pertinente compartir algunos conceptos, ya que parecería que con el rótulo de “progresistas” y “conservadores” se ejercita a diario una cómoda, falaz y haragana (intelectualmente hablando) forma de simplificar la realidad.

Tanto el socialismo como el liberalismo, son corrientes políticas de corte progresista, ya que consideran que la humanidad es perfectible. Sus diferencias se concentran en la etapa de la evolución económica en la que nos encontramos hoy. Mientras la izquierda considera que el sistema es injusto, la derecha entiende que después del movimiento ilustrado y la revolución francesa, hay poco para evolucionar.


Fuente: A Ariel Luetich. 2002



En lo personal me siento identificado con el concepto de que la humanidad se redescubre y se re proyecta generación tras generación, y creo en el papel de los jóvenes como motores del cambio, desde siempre.

Creo humildemente que hay un espacio para incorporar nuevas variables por las que se mide y evalúa el progreso de una sociedad, y dónde, los “nuevos políticos” deberíamos poner foco para promover otros niveles de progresismo, pragmatismo y equilibrio. Considero que una visión cristiana y humanista, debe de nutrir ese enfoque, volviendo a las raíces conceptuales y constitutivas de una sociedad sana, de pacífica convivencia (externa e interna) y evolutiva.



Fuente: Adaptado de Jmos 2008

Quitar foco a los clásicos abordajes economicistas donde el insaciable consumo es el afrodisíaco de nuestro tiempo, que agota los recursos, contamina nuestro ambiente y por sobre todo, complejiza y distrae la principal “fábrica” de bienestar que es la Familia. El líder de la Iglesia Católica nos dice que es la Familia la primera escuela donde se aprende a Amar de verdad, no será tiempo de reflexionar sobre esto, dejando por un momento los prejuicios. Parecería que revisar la historia de la humanidad e inspirarse en el pasado, es cosa de conservadores, y con “ese cuento” hemos hecho un culto al cambio sin proyecto. ¿Cambio es sinónimo de progreso siempre? ¿No será más importante pensar en la dirección que en el movimiento?

Mal puede evolucionar algo si se vive una vida sin Proyecto, mal podremos construir proyectos en colectivo, si no tenemos un proyecto individual. La sociedad y los gobernantes, hacen correr a la gente en círculos concéntricos atrás de macro indicadores abstractos, la mayoría económicos y en ese giro expulsan al HOMBRE por fuerza centrífuga hacia fuera del sistema, haciéndolo cada vez menos Feliz, ahogado en sus propias contradicciones.

No será tiempo de monitorear indicadores de bienestar más vinculados al SER, que al TENER. No será tiempo de mirarnos al espejo y al prójimo para saber si mi Felicidad coincide con la de los demás? No será tiempo para cambios de paradigma y comenzar a gobernar para la Libertad, gobernar para promover la Generosidad, para el fortalecimiento de la Familia y de las organizaciones que la promuevan.

No será tiempo de cambiar el concepto del Trabajo como fuente permanente de conflicto basado en un enfoque materialista, por una nueva perspectiva o visión más completa y noble de la principal actividad transformadora de la especie humana.

No será eso, más sustentable, más eficiente, más coherente, en términos de eficiencia social, económica, cultural y de convivencia…

¿No tendremos otra guerra oculta planteada que nos erosiona los VALORES... no tendremos que pensar en un Ministerio de la Familia que ataque las causas, más que en un Ministerio de Defensa o Interior que ataca las consecuencias?

sábado, 3 de noviembre de 2012

Pensar para pensarnos... Hacer para hacernos...

Nuestros políticos en cada instancia electoral halagan a sus electores diciendo algo así “el Uruguay tiene en su gente la mayor riqueza”.... pero poco se hace para evocar ese potencial humano en lo cotidiano, en proyectos concretos, prácticos, donde se canalice ahorro local para la concreción de emprendimientos, para crear productos, procesos, patentes, registros, servicios, etc.

En las últimas décadas, esos recursos humanos valiosos se nos escurren año a año, migrando hacia países lejanos para retroalimentar otras economías. Esa cotidiana realidad, que golpea a toda la Familia Nacional, solo puede ser revertirla con un cambio de mentalidad profundo y modificando nuestra percepción del trabajo.

Nuestros abuelos hicieron Patria trabajando arduamente, muchos de los cuales, inmigrantes ellos, solo contaban con su capacidad de trabajo en un mundo con mucho menos oportunidades que las actuales. Sin embargo capitalizando coyunturas internacionales y trabajando, supieron ubicar al País en una situación de privilegio. 

Hoy contamos con un País rico en recursos materiales renovables, seguro, sumamente intercomunicado con el mundo, ordenado, ambientalmente equilibrado, con salida al mar, sin desastres naturales, creíble, con potencial humano intelectual. Pero entonces... ¿qué es lo que nos está pasando ?..., ¿por qué nos cuesta despegar?...

A nuestro modesto entender y sentir, éste fenómeno esta basada en la concepción distorsionada, enfermiza y hasta mezquina que el uruguayo tiene del Trabajo... Nos han hecho creer que el trabajo es un empleo y que nos lo tienen que dar y ofrecer, y que la condición de empleado define una relación de explotación y desventaja. También nos han dicho que el trabajo genera una plusvalía que pasa a manos del empleador de manera perversa, abusiva e injusta. Si trabajan en el sector publico, ahí nos han dicho que la antigüedad es un merito y que el cumplimiento del horario un parámetro objetivo y suficiente para medir el cumplimiento de la labor. Este conjunto de visiones parciales de la realidad, bipolares de malos y buenos, colectivizada, fuertemente ideologizada, han desdibujado la figura del trabajo, para mal, lamentablemente... 

Recuerdo leer a nuestro Presidente, hablar de que el uruguayo ama tanto a su patria como los fines de semana largo y que la gente solo quiere tener tiempo libre. Este enfoque tragicómico del trabajo, genera en el imaginario colectivo, el concepto de que trabajar es malo, "es perjudicial para la salud física y emocional"

El Trabajo es una manifestación intelectual o física mediante la cual, el ser humano se dignifica a si mismo, nutre su alma y se enorgullece de ser participe de un proceso de transformación del entorno. La remuneración es un aspecto relevante de una relación laboral, pero ella por sí sola no garantiza la dignidad ni la satisfacción personal. Hacer primar aspectos materiales en las relaciones laborales, contribuyen a deformar la visión sobre el trabajo y a desdibujar la motivación como fuente inspiradora de ese proceso creativo.

Busquemos cambiar esa percepción y veremos como los empleos desaparecen y comienzan a florecer las oportunidades, los espacios para crear, innovar, invertir ... los microemprendimientos y los macroemprendimientos.

Tan convencido estamos de esto, que a nivel local hemos comenzado desde la Comunidad a crear espacios de formación como lo es el ITC CL (Instituto Terciario Comunitario de Cerro Largo). Aquí se comparte una visión amplia, plural y creativa de que debemos aprender a emprender, aprender a creer en nosotros mismos, sobre la base de una sólida y real autoestima y el conocimiento de nuestro entorno. Pero la educación es solo un aspecto, es el árbol que había que plantar cuanto antes para que en el largo plazo regale sus frutos a las nuevas generaciones.

Pero el hoy... ¿como lo atendemos? ... estamos convencidos que el mundo globalizado ofrece mucho más oportunidades que amenazas, está en nosotros focalizar nuestro esfuerzo, entusiasmo y trabajo para salirle al cruce... Eso exige “perderle el miedo a la libertad” y desarrollar emprendimientos innovadores, con inserción internacional y que respondan a una visión colectiva, común y de largo plazo, de hacia donde caminaremos juntos.

Es acá donde se necesita un marco nacional de largo plazo, marco que debe tener la garantía que solo dan las políticas de estado... al País productivo lo queremos todos, pero tenemos que ponernos de acuerdo que pone cada quién... Cuando era niño escuchaba decir “hay que ponerle el hombro al Uruguay” pero también siendo niño-adolescente logré escuchar el crujir de la “tablita” y con él el quiebre de la capacidad emprendedora de toda una generación de uruguayos. 

Es imperioso definir urgente, Políticas de Estado en torno a cómo vamos a orientar las fuerzas de los que todavía quedamos en Uruguay para forjar a mediano y largo plazo el País Productivo. Que garantías le va a dar el Estado a los sectores productivos, en materia tributaria – fiscal, financiera, económica, laboral, ambiental, internacional, política, legal...?

Con el ánimo de aportar, desde nuestra modesto punto de vista, un País en serio debe definir una política energética basada en la desmonopolización de la generación de energía, sustentada en base a recursos renovables, esto es promover la generación de biodisel, alcohol, energía eólica, solar e hidroeléctrica, intentando canaliza ahorro local interno en emprendimientos privados nacionales. Claro está... que ésto no puede quedarse en una simple y tibia expresión de voluntad. Otra vez aparece el trabajo como el motor final que transforma el entorno.

Al mismo tiempo es necesario regionalizar y recategorizar el País rural respecto de sus recursos naturales y humanos, promoviendo estímulos tributarios, crediticios y hasta subvenciones, para el mejor uso alternativo de los recursos naturales y la conservación del entramado social de la campaña.

Los monopolios estatales o peor los privados, desaceleran la competencia y con ella disminuyen las posibilidades de tener buenos y mas baratos servicios y productos. Es aca donde hay que regular, legislar, sin temor de ahuyentar capitales. El Uruguay es pequeño y siempre tendrá el riesgo de los monopolios u oligopolios. Garantías a las inversiones pero en el marco de un País que sabe lo que quiere para sí mismo

Un País productivo necesita sus universidades e institutos de investigación al servicio de la innovación y de ese país productivo, contribuyendo en conjunto a crear soluciones innovadoras, multidisciplinarias, a sus problemáticas, para que sea menos dependiente internacionalmente y más exportador aún. 

Un verdadero país productivo no necesita un Estado tan grande, donde la productividad de los empleados se mida por horario o antigüedad, y donde se garantice inamovilidad. Al monopolio del estado le sumamos el monopolio del empleo en muchos de sus funcionarios, lo que contribuye a la deformación cotidiana sobre la visión colectiva de lo ¿qué es trabajo? ya citado al inicio de este articulo.

Un País productivo de largo plazo, necesita pensarse a sí mismo en torno a temas de logística, como moverá su producción, qué aliados estratégicos necesitará, cómo se orienta su política exterior en el área comercial, dónde y qué polos de desarrollo industrial se promoverán, que cobertura de servicios necesitará el País, como articulará el Estado con el sector privado, etc.

Todas estas medidas tienen costos políticos de corto plazo, pero son los cambios estructurales que cualquier buen padre de Familia haría para salvaguardar el progreso de su hogar, todos los verdaderos cambios implican rupturas dolorosas, como los partos, pero luego de ellas todos salimos fortalecidos...

Personalmente, quiero creer que es posible, que vamos a tener la madurez política, individual y colectiva para poder encaminar estas transformaciones, y sueño todos los días con un País más trabajador, menos diagnosticador y conflictivo, más visionario, más esperanzador, mas innovador. 

Afortunadamente, cada vez menos se escucha de “herencias malditas”, por que sobre la base del rencor, la falta de autocrítica y la visión de buenos y malos, cuando se está en el mismo barco y con un océano tempestuoso por cruzar, eso solo contribuye para licuar responsabilidades, para el reinado de los mediocres y la disolución de esfuerzos que el País no puede darse el lujo de perder.

Sueño también con un País menos nostálgico, menos revisionista, conocedor de su pasado pero con proyección hacia adelante... Quiero un País descentralizado, con una capital respetuosa de su interior, con conciencia nacional, integridad territorial y equidad en el acceso de los servicios básicos a los que un ciudadano uruguayo puede aspirar.

La fórmula es pensar y trabajar a diario convencidos que lo mejor está por venir y depende de nuestras aptitudes y actitudes ... encontrar ese porvenir ...

R. García - Publicado en Revista Cerro Largo Rural 2010